Qué tener en cuenta para realizar un rescate en altura

Los trabajos en altura representan uno de los mayores desafíos en materia de seguridad laboral. Las situaciones de emergencia en este tipo de entornos exigen una respuesta rápida, planificada y segura. Aquí te muestro los aspectos esenciales que se deben considerar para llevar a cabo un rescate en altura con éxito:

Evaluar la situación

Antes de iniciar cualquier acción de rescate en altura, lo más importante es detenerse un momento a evaluar cuidadosamente el entorno. Este paso no solo es vital para garantizar que todo transcurra de manera segura, sino que también nos ayuda a planificar de manera efectiva. Aquí te explico los puntos clave a considerar:

Identificar los riesgos adicionales: lo primero es observar bien el entorno donde se llevará a cabo el rescate. Tenemos que asegurarnos de conocer los posibles obstáculos. Esto incluye identificar riesgos adicionales como caídas de objetos desde la altura, condiciones meteorológicas que puedan cambiar rápidamente (viento, lluvia, calor extremo) o estructuras que pudieran estar inestables. Saber todo esto nos permite tomar decisiones informadas y actuar con rapidez, sin que lo imprevisto nos tome por sorpresa.

Qué tener en cuenta para realizar un rescate en altura

Determinar el estado de la persona afectada: el siguiente paso es entender bien la situación de la persona que necesita ayuda. ¿Está consciente? ¿Cómo se encuentra físicamente? Es fundamental saber qué nivel de atención requiere. Si está consciente y tiene lesiones leves, tal vez pueda colaborar en el rescate. Si está inconsciente o tiene heridas graves, necesitaremos actuar de manera más cuidadosa y con más apoyo. Tener claridad sobre esto es esencial para poder proceder de la mejor forma posible.

Analizar los puntos de anclaje disponibles: y por último, es fundamental inspeccionar los puntos de anclaje disponibles. Estos son los lugares donde colocaremos las cuerdas o los sistemas de rescate para asegurar el rescate de manera segura. Asegurarnos de que estos puntos sean sólidos y resistentes es clave, ya que esto garantizará que el rescate pueda realizarse sin riesgos adicionales. A veces, los puntos de anclaje no siempre están a la vista, pero con la formación adecuada, sabremos cómo encontrarlos.

Esta evaluación nos permite planificar las acciones con rapidez y efectividad, minimizando riesgos en un rescate en altura.

Tener una formación especializada

El rescate en altura requiere conocimientos técnicos y prácticos que solo se obtienen a través de formación especializada.

Es fundamental que el equipo de rescate esté certificado en cursos como los de ANETVA-ECRA, GWO (Global Wind Organisation), IRATA (Industrial Rope Access Trade Association) o equivalentes. La formación no solo enseña técnicas avanzadas, sino que también proporciona el conocimiento necesario para prevenir posibles accidentes y saber cómo actuar rápidamente en situaciones complejas.

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Lo más interesante de esta formación es que no solo se trata de aprender a salvar vidas, sino de hacerlo con confianza y control. El equipo de rescate adquiere habilidades prácticas que les permiten enfrentarse a cualquier reto, asegurando que cada acción se lleve a cabo con la máxima seguridad para ellos mismos y para la persona rescatada. Además, los entrenamientos incluyen simulaciones realistas que permiten a los rescatistas practicar en un ambiente seguro antes de enfrentarse a una emergencia real.

Usar un equipo adecuado para el rescate en altura

Contar con el equipo adecuado es fundamental para que un rescate en altura sea un éxito. No se trata solo de tener herramientas, sino de tener las mejores y más confiables, asegurando que todo funcione de manera impecable cuando se necesite.

Es indispensable contar con un arnés de seguridad, cuerdas, poleas, mosquetones, dispositivos de descenso controlado, y un sistema de comunicación claro y eficiente. Estos elementos permiten que el equipo se mantenga coordinado en todo momento, asegurando que todos los pasos del rescate se realicen con precisión. La comunicación, en particular, es clave para transmitir información de manera rápida y efectiva, sin importar la altura a la que se encuentren.

Trabajar con el equipo adecuado no solo hace que el rescate sea más seguro, sino que también convierte cada operación en una experiencia controlada y profesional. Todo esto forma parte de un enfoque meticuloso, en el que la seguridad y la eficiencia se combinan para dar lo mejor de cada rescatista.

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Realizar una planificación y simulacros

La planificación y los simulacros son dos piezas fundamentales para asegurar que un rescate en altura se lleve a cabo de la mejor manera posible. Aunque pueda parecer que la improvisación tiene su atractivo, un rescate bien planeado siempre será mucho más efectivo y seguro. Tener un plan de rescate documentado y actualizado es esencial, ya que permite al equipo estar preparado para cualquier situación, desde una simple evacuación hasta un rescate complejo en condiciones difíciles. Un plan de rescate documentado y actualizado debe contemplar:

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Procedimientos específicos para diferentes escenarios: la planificación es clave para el éxito de un rescate en altura, y eso empieza por tener procedimientos claros y adaptados a diferentes situaciones. Cada escenario puede presentar desafíos únicos, por lo que es vital contar con un plan que se ajuste a las características de cada entorno. Tener procedimientos específicos garantiza que el equipo pueda actuar rápidamente, con confianza y con la mayor eficiencia posible, sin tener que improvisar sobre la marcha.

Roles y responsabilidades claras dentro del equipo: es muy importante asignar roles y responsabilidades claras desde el principio. Esto incluye designar a un líder de rescate, a los encargados de las maniobras de ascenso y descenso, a los operadores de comunicación, entre otros. Al tener todo bien definido, cada miembro sabe exactamente lo que tiene que hacer en cada momento, lo que permite que el trabajo sea más fluido y organizado. Además, la claridad en los roles también fortalece la confianza dentro del equipo.

Coordinación con servicios de emergencia externos, si es necesario: en algunas ocasiones, un rescate en altura puede requerir el apoyo de servicios de emergencia, como bomberos o personal médico. Tener un plan de coordinación claro con estos servicios externos es fundamental para garantizar una intervención rápida y efectiva. El equipo de rescate debe saber cómo comunicarse con ellos, qué información proporcionar y cómo coordinarse para que el rescate se lleve a cabo sin contratiempos. Establecer estos protocolos previamente asegura que, en caso de que sea necesario, la transición entre el rescate inicial y el apoyo externo se realice de manera eficaz y segura. Además, los simulacros regulares permiten al equipo familiarizarse con los procedimientos y mejorar la respuesta ante situaciones reales.

Proporcionar atención posterior al rescate en altura

Una vez completado el rescate en altura, la seguridad y el bienestar de la persona afectada siguen siendo prioritarios. Es necesario proporcionar primeros auxilios inmediatos y evaluar la necesidad de atención médica especializada adicional. Tras esto debemos documentar el incidente detalladamente, analizando sus causas para implementar medidas preventivas, asegurando que futuros rescates sean más seguros y eficientes.

El rescate en altura es una tarea compleja que requiere preparación, equipo adecuado y un equipo humano bien entrenado. Una buena preparación puede salvar vidas. En Formal, ofrecemos formación especializada para garantizar que tanto los trabajadores como los rescatistas cuenten con las habilidades necesarias para actuar con seguridad y eficacia en situaciones críticas.